Daniel 1:1-2



Este es el libro de Daniel en la versión Reina Valera revisada en 1960,  acompañado por las revelaciones que el Señor nos ha dado a través de estas páginas tremendas. Permita Él que sean para Ud. de bendición, como lo han sido para mí.

¿Está usted atravesando por una situación difícil?

¿Se pregunta a veces por qué ha permitido Dios la situación por la cual atraviesa?

Lea, por favor, antes de seguir, los dos primeros versos de Daniel, capítulo uno. Puede compararlos con el original hebreo, para mayor seguridad (aunque Reina Valera es una traducción de tal excelencia que, después de medio milenio, sigue siendo la predilecta de los evangélicos de habla hispana, a veces hay correcciones adecuadas y ampliaciones, por eso se editan "versiones revisadas", y ésta misma es una versión revisada de 1960) Si usted está familiarizado con la escritura del hebreo, hallará un pequeño círculo encima de algunas vocales; esto implica que son mudas, excepto qamats, que es "o" y no "a". Todas las palabras son agudas, excepto las que tengan méteg

Daniel 1:1-2

"En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios".  






La traducción de estos dos versos, como vio, es excelente.

¿Qué narran estos dos versos?

¿Quién es Joacim?

¿Cuál es su "año tercero"?

¿Qué significado tiene todo esto?

¿En qué me atañe este pasaje? (si usted es cristiano, ¿qué me dice Dios en este pasaje?)

El imperio babilónico - situado en la región conocida como "Mesopotamia", entre los ríos Tigris y Éufrates, actualmente conocida como Iraq - fue uno de los más grandes de la antigüedad, tanto por su extensión como por los muchos años que duró. Para el año de la ascensión de Nabucodonosor, 605 AC, el reino de Israel se había dividido en dos (Israel al norte y Judá al sur) y el reino del norte había sido conquistado por los asirios, el imperio anterior a Babilonia. Esta incursión de Nabucodonosor en Jerusalén no fue definitiva, pero fue - como suele decirse - "el principio del fin" para Judá, el reino del sur.

Joacim era el rey de Judá para esta fecha - según el Libro 2do de Reyes, 23:36 reinó once años sobre Jerusalén - y el año en que está comenzando Daniel es 605 AC, que es el primero de Nabucodonosor pero el tercero para Joacim. La campaña a la que se refiere Daniel 1:1-2 es anotada también en 2do de Reyes 24:1, donde se narra además que Joacim pasó a ser vasallo de Nabucodonosor (más adelante se narra su rebelión, las guerras contra él y su sustitución por Joaquin, su hijo). El libro 2do de Crónicas, 36:6, relata también que Nabucodonosor lo llevó a Babilonia atado con cadenas - claro que, ya que reinó ocho años más, y tres de ellos como siervo de Nabucodonosor, de esta cautividad regresó como rey-vasallo a Jerusalén.

El hecho de llevarse los utensilios del templo es mucho más que un simple saqueo, para el pueblo judío. La religión del Antiguo Testamento tenía una fortísima conexión con el templo de Jerusalén, al punto de que aún hoy día los judíos claman a Dios con lágrimas por la restitución del templo, destruido hace casi dos mil años y sustituido por una mezquita musulmana. Considere cuán gran ofensa a Dios era el hecho de llevarse Nabucodonosor los utensilios santos del templo de Jerusalén.

Sume ahora la significación de estos sucesos: Jerusalén (no sólo la capital de los judíos pero también el lugar del templo, esto es, su centro religioso) ha sido tomada, el templo ha sido profanado, y el rey judio ha sido llevado como prisionero y regresa como una marioneta del gran imperio babilónico. Añada a esto el hecho de que los judíos, por cuanto Jerusalén era el centro de su religión nacional, la santa ciudad donde se hallaba el templo de Dios, y la ciudad de David, heredero de grandes promesas de parte de Dios, la creían bajo una protección especial por parte de Dios, algo santísimo e intocable. ¿Se hace una idea de lo que representaron estos dos versos para Israel?

Hay más aún. Desde nuestra perspectiva actual, este era, como se vio antes, el principio del fin. Nabucodonosor invadió Jerusalén bajo el sucesor de Joacim, Joaquín, en 597 AC, y bajo el último rey de Judá, Sedequías, 586 AC. Esta última campaña marcó el fin definitivo del reino de Judá como nación - sería retomado muy brevemente después de la rebelión de los Macabeos, para perderse de nuevo con Roma.

La conocida "cautividad babilónica", que duró unos setenta años, es el inicio de las tribulaciones y miserias que atravesó el pueblo judio a través de más de dos mil años. El imperio persa, que tomó Babilonia, les fue favorable, y pudieron reconstruir la ciudad y el templo como se lee en los libros de Esdras y Nehemías. Pero los griegos traerían una nueva opresión contra ellos, y más tarde los romanos, quienes destruyeron totalmente la nación y los dispersaron por toda la tierra en un peregrinaje sin país, sin hogar y rechazados por todas partes, hasta que el 14 de mayo de 1948 el Dios del cielo les devolvía su nación.

El libro de Daniel es un vívido ejemplo de cómo unos judíos sobrevivieron la cautividad babilónica, y no sólo sobrevivieron sino llegaron a ser destacados funcionarios del imperio, porque en medio del gran desastre de su nación siguieron confiando en su Dios. También el pueblo que ahora habita en la tierra que Dios prometió a sus ancestros obtuvo la promesa de Dios porque durante casi dos milenios confió en que poderoso es Dios para restituirles lo que los romanos les habían arrebatado.

¿No es un Dios Maravilloso y Todopoderoso el Dios de Israel? Si los ejemplos de Daniel y su pueblo hacen impacto en su corazón, piense que este mismo es el Dios que envió a Su Hijo Jesucristo para morir por nosotros en una cruz de oprobio, por nuestros pecados. Si aún no ha recibido a Cristo Jesús como su Señor y Salvador, y está - como leyó al comienzo - atravesando una situación difícil, piense cuán difícil la de aquellos hebreos y la de todo ese pueblo, y cómo Dios les sacó en victoria. La tarea de Satanás es tratar de convencerlo de que no hay solución, de que los pecados que ha cometido le mantendrán en una condición miserable, de que Dios no tiene cuidado de usted y de que no hay remedio. Pero si algo nos enseñan la Palabra de Dios y la historia es que para Dios todo es posible. Dios nos envió a Su Hijo para "salvarnos" - por esto se le llama el "Salvador" - y esta salvación es la victoria suya en Jesucristo. Sólo tiene que pedírsela. Sólo tiene que pedir a Dios que perdone sus pecados, recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida, y seguirle. ¿Cómo - dirá - si Jesucristo murió? Bueno, déjeme decirle algo. La muerte de Jesucristo duró sólo "tres días" - menos de dos para nuestro cómputo actual - porque Él resucitó, Él vive, y Él quiere ser su amigo, su guía, su hermano y su Señor.  Manténgase en contacto con somebodysay-hallelujah.blogspot.se y el Señor le hablará - estoy muy seguro, por cuanto yo no le conocía, por tanto no tenía comunión con Él, pero desde que me perdonó y me salvó, no ha dejado de hablarme, confortarme, guiarme, animarme y rectificar mis errores. ¡Él quiere hacer lo mismo con todos!

Que el Señor le bendiga. En el amor de Cristo, su hermano

Israel Leonard

PS. ¡Cristo viene pronto!

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